Páginas

jueves, 29 de mayo de 2014

Crema verde de guisantes, menta y albahaca




La verdad es que en mi casa no somos mucho de comer guisantes y, aunque nos gustan, lo normal es que queden relegados a lo meramente ornamental. Pero lo que sí somos, es de menta. Sobretodo yo. Yo me declaro una fan incondicional de la menta en toda su amplitud gastronómica. Especialmente cuando va unida al chocolate, como es el caso de la que es, en mi opinión, la chocolatina más perfecta de la historia, el After-Eight. Y parece ser que los ingleses dominan muy bien el arte de la menta ya que, por lo que he leído, la combinación de guisantes y menta es bastante habitual en su lluvioso reino. 

Sin embargo no fue de un inglés de quién saque esta receta, sino de un italiano. De ahí, la aromática y no menos sabrosa albahaca. Fue todo ese verde unido lo que me conquistó y me animó a probar esta crema que si bien es extraña al principio también es deliciosamente dulce, arómatica y fresca.

La cantidad de variaciones que se pueden hacer con ella es además incontable pues combina, como el guisante, prácticamente con todo. Estoy con Nicola, el autor, cuando dice que deberíamos intentar usar lo menos posible cosas como la nata, la mantequilla o la patata porque muchas veces son innecesarias y aplanan el sabor de lo que debería ser el protagonista del plato. Y creo que verdaderamente esta crema no necesita nada más, ya que es perfecta en su sencillez, sin natas y sin historias, como dice el cocinero. 

Con parte de la crema que sobrara, pensaba hacer un helado con queso mascarpone para usar de guarnición para carnes. Pero mi madre volvió hambrienta del trabajo y quedo tan entusiasmada con la crema que no dejó ni rastro de ella. Espero hacerlo algún día pero si alguien, de quienes leen esto, lo hace me gustaría mucho que me comentara el resultado. En el vídeo que he insertado al final del post, podéis ver a Nicola preparando la crema en su programa de canal cocina y en él se os ofrecen muchas otras ideas para jugar con esta crema.



{RECETA DE CREMA VERDE DE GUISANTES, MENTA Y ALBAHACA}

INGREDIENTES (para 4 personas)
  • 250 gr de guisantes
  • 1/2 manojo de albahaca
  • 1/2 manojo de menta
  • Un poco de perejil (opcional)
  • Aceite de oliva virgen
  • 2 chalotas o 1 cebolla (opcional)
  • Unas gotas de vinagre de modena
  • 1 chile (o chile picado seco, o cayena...)
  • Pan
  • Sal y pimienta (al gusto)


PREPARACIÓN

1. Llena una cazuela con agua fria y pon a cocer los guisantes junto a la menta, la albahaca y una pizca de sal.


2. Cuando rompa a hervir baja un poco el fuego y mantén la cocción durante 5 minutos más o hasta que los guisantes estén tiernos. Mientras tanto sofrie las chalotas o cebolla en un poco de aceite y vinagre (Opcional).

3. Cuando los guisantes estén listos escúrrelos y reserva la mitad del agua de cocción. Tritura los guisantes, las hierbas y las chalotas pochadas con el agua hasta obtener un puré homogéneo. Salpimenta al gusto y si prefieres que tenga una consistencia más fina cuela el puré.


4. Corta el jamón serrano en tiras y fríelas en una sartén muy caliente con un poco de aceite. En la misma sartén tuesta el pan vuelta y vuelta.

6. Sirve el puré, caliente o frío, con un chorrito de aceite,  chile picado al gusto, el jamón frito, y el pan. Adorna con hojas de albahaca troceadas y las hojas de menta más pequeñas (opcional).




NOTAS

1. Para una crema más suave añade leche, nata, queso mascarpone, queso rallado o crema agría por ejemplo.
2. Puedes utilizar tanto guisantes frescos como congelados.
3. Para darle otro toque de sabor, puedes sustituir el agua por caldo de pollo, de verdura o de carne.



miércoles, 28 de mayo de 2014

Las magdalenas de toda la vida de Xavier Barriga





Hasta la fecha no he encontrado mejor receta que la de Xavier Barriga para hacer magdalenas de las normales. Con aceite, con compete y con la miga esponjosa pero lo suficientemente firme y compacta como para sobrevivir a un baño de leche sin desintegrarse en mil partículas. 

Las de Barriga, son todo eso y más. Son lo que, a mi entender una magdalena clásica, sin colores, guirnaldas ni florituras debería ser. Un postre humilde y sin grandes pretensiones que nos acompaña durante siglos inmune a la moda.

Uno de los quebraderos de cabeza más comunes al hacer magdalenas es conseguir elevar y mantener el copete que toda magdalena respetable debería desear. He de confesar que he tenido grandes fiascos al respecto y que mi álbum de pintrosidades debería tener una sección de honor para todas las magdalenas terroríficas que he sacado del horno a lo largo de mi vida. Afortunadamente, el tema copete, está solucionado de una vez por todas gracias a las reglas de oro de Xavier que a juzgar por el aspecto de mis magdalenas, que parecen a punto de explotar, parece ser que funcionan. Coge papel y boli, las reglas son éstas:
REGLAS DE ORO PARA UN BUEN COPETE
1. Dejar reposar la masa al menos un par de horas en la nevera.
2. Trabajar mucho la masa antes de añadir la harina, y poco, o lo justo, tras agregar la misma. 
3. Hornear las magdalenas a 170-180ºC para crear una estructura más solida que no se desmorone una vez fuera del horno.* (Esta regla no queda del todo clara, ya que en su libro Xabier aconseja otra temperatura 210-220ºC. Para saber más, pincha aquí )
Y sin más dilación he aquí la maravillosa receta de Barriga, sacada del blog "Las recetas de MJ" en el que podéis ver un video de Xavier y MJ preparando las magdalenas en el establecimiento del famoso panadero.


{RECETA DE MAGDALENAS DE XAVIER BARRIGA}

INGREDIENTES
  • 125 gr de huevo (4 huevos)
  • 175 gr de azúcar
  • 60 ml de leche
  • 190 ml de aceite de oliva (o aceite de girasol)
  • 210 gr de harina de repostería (harina floja)
  • 7 gr de levadura química
  • Canela en polvo, al gusto. 
  • Ralladura de limón
  • Una pizca de sal


PREPARACIÓN

1. Bate el huevo con las varillas a velocidad media, cuando comience a espumar añade el azúcar. Acelera un poco la marcha de la batidora y bate hasta que la mezcla doble su volumen y adquiera un tono blanquecino (5-6 minutos)





2. Cuando haya blanqueado añade los líquidos, el aceite y la leche, a velocidad media y poco a poco, en forma de hilo.


3. Mezcla los ingredientes sólidos: harina, sal, levadura, canela y limón.


4. Incorpora la mezcla de harina a velocidad lenta y poco a poco.


5. Cuando todos los ingredientes se hayan integrado sube la velodidad de la batidora a la más alta durante un minuto, no más.


6. Tapa el bol con plástico transparente o film y deja reposar la masa en la nevera, toda la noche o 24 horas. (Minímo 2 horas).


7. Llena las cápsulas para magdalena con ayuda de una manga pastelera o cuchara de helado, hasta cubrir 3/4 partes de su capacidad. Opcionalmente: Espolvorea azúcar, virutas de chocolate o semillas sobre la magdalena para decorar.


8. Hornea a 170-180ºC (horno precalentado) durante 15-20 minutos o hasta que adquieran un tono dorado y que al pinchar un palillo en el centro de la magdalena, éste salga limpio.




9. Dejamos enfriar, o no, y servimos.



NOTAS

1. Si utilizas cápsulas de papel y no tienes bandeja para magdalenas puedes meter las cápsulas en moldes de aluminio desechables o usar cápsulas de silicona rígidas. En ningún caso hornees las magdalenas en cápsulas de papel blandas, sin sujección a los lados porque se abrirán hacia los lados y la masa podría desbordar. También puedes hornear la masa en moldes rectangulares y obtendrás algo visualmente muy parece al un plum-cake o bizcocho cuadrado.

2. Si lo prefieres puedes sustituir los aromas, la canela y el limón por otros que prefieras como: vainilla, azahar, naranja, mantequilla...

3. Si solo tienes aceite de oliva fuerte, utiliza mitad de aceite de oliva fuerte y mitad girasol.





La prueba de la leche: Superada.



lunes, 26 de mayo de 2014

Nasi goreng o arroz frito al estilo indonesio. A mi manera





El Nasi Goreng es considerado el plato nacional de indonesia y  significa literalmente “arroz frito”. Su elaboración es similar a la del popular arroz frito chino del que se cree que proviene. Su peculiaridad es que se trata de un arroz que combina dos sabores básicos: el dulce y el picante. Es dulce porque se condimenta con una salsa de soja dulce tipicamente indonesia, el Kecap Manis. En cuanto al picante, lo suele obtener de la guindillas o pasta de chile con las que se elabora.

Al igual que el arroz frito chino es un plato concebido para aprovechar las sobras de arroz y carne del día anterior y suele servirse como plato único o acompañado de un huevo frito, carne o verduras frescas, tanto para desayuno como para la comida o la cena. 

Como sucede habitualmente con el arroz frito no existe una receta única para el Nasi Goreg y cada uno tiene su versión particular del plato. Ésta es la mia. Creada respetando sus ingredientes principales: el arroz, la salsa de soja Kecap Manis, las chalotas y los chiles o el picante. No he utilizado chiles frescos porque me resulta muy dificil encontrarlos donde yo vivo, tanto es así, que he decidido plantarlos en mi balcón. De momento la cosa pinta bien, las plantas están creciendo fuertes y sanas y no he tenido ninguna baja. Pero lamentablemente todavía son demasiado jóvenes para comenzar a dar fruto. Para compensar la falta de este ingrediente he hecho la pasta de chile con pimiento rojo y le he añadido el picante mediante la salsa picante Sriracha. Anteriormente he probado a hacer la pasta con alegrías riojanas y pimientos del piquillo y también me ha dado buen resultado. En cualquier caso, si estas leyendo esto y tienes la posibilidad de hacerlo con chiles frescos no dudes en hacerlo. 

En cuanto al método de preparación lo ideal sería hacerlo en un wok a fuego muy alto. Pero como yo pertenezco a esa parte de la humanidad que debe conformerse con las virtudes de la vitroceramica y no soy propietaria de wok alguno, lo hago en una sartén antihaderente normal y me apaño muy bien.

Este es uno de mis arroces favoritos y el plato que pido siempre en mi restaurante asiático predilecto. Allí lo preparan también con verduras cortadas en juliana, brotes de soja y algún ingrediente secreto que algún día averiguaré. Se trata de un arroz intenso y con gran sabor muy versátil y nutritivo que en mi casa desaparece siempre que lo hago y que no puede dejar indiferente a nadie.




{RECETA DE ARROZ INDONESIO}

INGREDIENTES
  • Arroz basmati cocido y frio*
  • 2 chiles (o medio pimiento rojo y unas gotas de salsa sriracha)
  • 5 g de pasta de gamas tostada o terasi (opcinal)
  • 2 dientes de ajo
  • 3 chalotas
  • 1 zanahoria*
  • 1 rama de Apio*
  • 1 puerro*
  • 100 gr de espinacas frescas*
  • 1 cucharada de tomate frito o ketchup
  • Una chucharada de perejil fresco picado o cilantro (opcional)
  • Una pechuga de pollo (o carne, gambas...)
  • 3 huevos
  • 1-2 cucharadas de salsa de soja
  • 2-3 cucharadas de kecap manis (salsa de soja dulce)
  • Un chorrito de vinagre de modena
  • Pimienta negra molida
  • Aceite para freír (oliva, girasol...)
  • Aceite de sésamo tostado (opcional)

PREPARACIÓN

1. Machaca en un mortero o picadora, los chiles (o pimientos), la chalota, el ajo, la pasta de gamaba y el perejil, hasta obtener una pasta espesa.


2. Fríe el pollo y córtalo en tiras o dados. Resérvalo para más tarde.





3. Corta finamente las verduras: zanahoria, puerro y apio en este caso.


4.  Bate los huevos y añade unas gotas de agua. Haz una tortilla francesa y resérvala troceada.

5. Pon al fuego una sartén o wok con un chorrito de aceite. Cuando el aceite esté caliente echa la pasta de especias y cocinala 1-2 minutos hasta que comience a soltar aroma y a cambiar de color.

6. Saltea las verduras picadas con una pizca de sal (opcional) y un poco de vinagre de modena junto a la pasta.


7. Cuando las verduras estén tiernas añade la tortilla, el pollo y la mitad de las espinacas (o todas ellas).




8. Añade el arroz (debe estar frio y seco). Remueve todo muy bien y echa la salsa kecap manis y la salsa de tomate o ketchup. Mantelo en el fuego solo hasta que el arroz se haya calentado e impregnado con todos los aromas.




9. Echa la otra mitad de las espinacas y remueve hasta que se ablanden y mengüen. Sazona con pimienta negra molida, al gusto. Prueba el arroz y rectifica la sal, la pimienta, la salsa o las especias si fuera necesario. Sirve con un huevo frito, verduras (tomate, pepino...) o carne (pollo, ternera...) regado con un poco de aceite de sésamo.

Cuadernos de cocina oriental, Nasi Goreg


NOTAS

1. Para cocer el arroz basmati. Lo mejor es hacerlo el día anterior o con bastante antelación para que tenga tiempo a enfriarse y asentarse.

Hay dos métodos básicos para cocerlo. Al vapor o hervido en abundante agua como si fuera una pasta. Lo mejor en ambos casos es comenzar lavando el arroz, para quitar el exceso de almidón de la superficie. Esto evitará que se nos pegue. Para ello lo colocamos sobre un colador bajo el chorro de agua fría y lo enjuagamos hasta que el agua salga transparente en lugar de blanquecina.
Para hacerlo al vapor. Deja el arroz en remojo 20-30 minutos. Después ponlo a cocer a fuego suave-medio cubierto por un dedo de agua fría, más o menos, por encima del arroz. Añade un poco de sal, tápalo y deja cocer 15 minutos. Una vez haya absorbido todo el agua apaga el fuego y deja que repose para que termine de de absorber el líquido restante y se asiente.


2. La zanahoria, las espinacas, el puerro y el apio son ingredientes completamente opcionales que a mi me gusta añadir pero que se pueden sustituir a gusto de cada uno o bien omitir completamente.


3. Si no encuentras pasta de gamba puedes utilizar en su lugar una cucharada de salsa de ostras por ejemplo, y añadela junto a la salsa Kecap Manis. Tanto la salsa de ostras como la salsa Kecap Manis se pueden encontrar en la sección de comida internacional en supermercados grandes o bien en tiendas especializadas en comida asíatica. Lo mismo sucede con la salsa Sriracha y el aceite de sésamo tostado.



jueves, 22 de mayo de 2014

Bizcochitos de Fruta & Fibra caseros All-Bran style



Mi novio, en un alarde de sarcasmo, suele llamar a mis deliciosos snacks, panes e inventos integrales repletos de semillas y cereales, alpiste. Después, como quien no quiere la cosa, me roba un trozo tras otro mientras se intenta convencer a sí mismo,  inútilmente, de la conveniencia de lo que ha dicho. Él, como muchos otros, no lo sabe pero le gusta tanto como a mi (bueno quizá no tanto), toda esa comida que ha caído en desgracia y ha perdido el glamour por estar etiquetada como comida dietética para enfermos o personas con estreñimiento. 

El bizcochitos de Fruta & Fibra no nos suena tan excitante como el brownie o el bizcocho con fresas y nata, y sin embargo puede llegar a ser algo tan tentador como ellos si tan solo nos parasemos a mirar la elegancia de la comida sencilla y sin pretensiones. 

No soy una consumidora habitual de los bizcochitos all-bran, porque los encuentro demasiado pastosos y dulces. Pero cuando vi, la receta de Nika de Denikatessen y leí que había conseguido hacer una versión de ellos más abizcochada y menos dulce supe que estaban hechos para mi. Y lo están. Vaya si lo están. Era tal mi impaciencia por probarlos que no he podido ni siquiera esperar a que se enfriaran para incarles el diente y mis expectativas se han cumplido de largo. Esponjosos, suaves, con un delicioso aroma a canela y cereal, sencillos y nutritivos. Algo que ahora que estoy un poco triste y pesarosa, me ha sabido a paraíso terrenal. A mi novio, por cierto, también le han gustado mucho. 

Sin más preámbulos comparto la receta ligeramente modificada, de Denikatessen esperando que la disfrutéis tanto como yo. Podéis leer la receta original aquí. .


{RECETA DE BIZCOCHITOS DE FRUTA & FIBRA TIPO ALL-BRAN }

INGREDIENTES
  • ½ cup (40 gr.) de salvado de trigo integral
  • ⅓ cup (30 gr.) de copos de avena finos
  • 2 tbsp. (20 gr.) de pasas 
  • ¼ cup (56 gr.) de compota de manzana sin endulzar
  • 2 tbsp. (28 gr.) de yogur natural
  • 2 tbsp. (30 ml.) de leche
  • 1½ tbsp. (22,5 ml.) de aceite de girasol
  • ½ tbsp. (10 gr.) de melaza
  • 3 tbsp. (38 gr.) de azúcar moreno oscuro o panela
  • 3 tbsp. (45 ml.) de agua
  • 1 cucharadita (tsp) de extracto de vainilla
  • ⅓ cup (45 gr.) de harina de trigo común
  • ½ cucharadita (tsp) de canela molida
  • ¼ cucharadita (tsp) de bicarbonato sódico
  • ¼ cucharadita (tsp) de levadura química
  • Una pizca de sal
  • 2-3 nueces picadas
  • 1 cucharada de semillas de lino
Para decorar (opcional)
  • 1 cucharada (tbsp) de copos de avena gruesos
  • 1 cucharadita (tsp) de melaza diluida en agua

PREPARACIÓN

1. Precalienta el horno a 175º C y coloca la rejilla en el centro del horno. Engrasa un molde de loaf (23x13 cm.) con aceite o mantequilla. Para que desmoldar el bizcocho resulte más fácil, corta un trozo de papel de hornear y colócalo en el molde de tal manera que el papel sobresalga por los lados largos. Reservalo para más tarde.

2. Mezcla el salvado, los copos de avena y las pasas en un bol mediano.

3. En otro bol, más pequeño, mecla la compota, el yogur, la leche, el aceite, la melaza, el azúcar, la vainilla y 1 tbsp. (15 ml.) de agua. Cuando todos los ingredientes estén bien integrados añade la mezcla al bol con el salvado, copos y pasas. Remueve bien y deja que la mezcla repose durante 15-20 minutos para que el salvado se hidrate.



4. Mientras el salvado se hidrata echa en un bol grande la harina, la canela, el bicarbonato, la levadura y la sal tamizadas.

5. Tras el tiempo de reposo, añade el resto de agua al bol, 2 tbsp. (30 ml.), y mezcla hasta que se haya incorporado.


6. Vierte la mezcla del bol mediano (ingredientes húmedos) al bol grande (ingredientes secos) y mezcla con una cuchara de madera o espatula sólo hasta que los ingredientes se hayan combinado. Añade las nueces y las semillas de lino y mezcla hasta que queden más o menos bien distribuidas. Es mejor que no utilices ningún aparato eléctrico para ello, ya que es importante no mezclar en exceso.


7. Acomoda y reparte bien la mezcla en el molde y alisa la superficie con una espátula o el dorso de una cuchara. Espolvorea por encima los copos de avena gruesos para decorar (opcional).

Yo no tenía copos de avena gruesos así que he utilizado los finos

8. Hornea el bizcocho a 175ºC durante 20-25 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio.

9. Cuando esté listo, saca el molde del horno y pinta la superficie con melaza diluida (melaza mezclada con unas gotas de agua). Deja que repose 5 minutos antes de desmoldar. Y una vez desmoldado deja que se enfrie completamente sobre una rejilla.


10.  Una vez frío, corta el bizcocho en 6 porciones rectangulares, o de la forma que desees, y sirvelos. Si te sobra alguno se conservarán bien de 2 a 3 días guardados en una bolsa de plástico hermética a temperatura ambiente. Si predieres congelarlos, envuelvelos individualmente en film transparente y mételos en una bolsa de congelación. Podrás descongelarlos a temperatura ambiente o en el microondas.


NOTAS


1. Si quieres añadir más sabor, y dulzor, a los bizcochos puedes sustituir el agua por zumo de frutas natural o utilizar otros aromas y especias, como: ralladura de cítrico, nuez moscada, extractos varios (almendra, avellana, ron...)

2. En caso de no tener compota de manzana se puede sustituir por plátano muy maduro machacado, puré de calabaza o puré de zanahoria. En los dos últimos casos puede que sea necesario añadir más azucar o edulcorante apto para hornear, para compensar. En caso de usar compota de manzana dulce quizá sea necesario modificar la cantidad de azúcar.

3. La melaza se puede sustituir por mil, sirope de arce, sirope de agave...

4. En cuanto a los frutos secos, semillas y fruta desecada, se pueden modificar a gusto de cada uno sin ningún problema.