Habremos llegado a marte, pisado la luna, creado el café descafeinado y hasta conseguido descocer (verbo que aprenderán los niños del futuro en las escuelas) un huevo, pero la reacción natural de una persona sensata al escuchar que hay pollo frito para cenar sigue siendo esta:
Hay que ser vegetariano o odiar los carbohidratos, la grasa y la dulce autocompasión que se siente al amar las frituras por encima de los infartos de corazón para que no te guste el pollo frito. Hacerlo en casa es un éxito asegurado y una fiesta, de hecho, las sobras de pollo frito no existen.
Lo malo es que freír no es verbo que a ninguna dieta le guste conjugar y muchos médicos te mandan lavarte la boca después de mencionarlo. No esta de moda y además mi hermana se niega en plancha a comer nada cocinado en un baño de mágico aceite humeante. Por fortuna una tiene sus recursos y lleva tiempo trabajando la receta para el pollo frito al horno definitivo. Crujiente por fuera y tierno por dentro y con ese extra de sabor que compense la ausencia de la grasa.
Comencé mi búsqueda cubriendo las pechugas tan solo con corn-flakes. No estuvo mal para un ensayo pero comparar aquello con el pollo frito sería una blasfemia. Después fui agregando distintos ingredientes y probando nuevas recetas que encontré aquí y allá. Aún no he terminado mis experimentos, me queda por probar, por ejemplo, el empanado de doritos, pero esta receta que comparto hoy es perfecta de verdad y cuando mi hermana lo probo se puso más contenta que WinnieThe Pooh con un tarro de miel.
El pollo es una trampa magistral y `puede que no sea todo lo saludable como podría ser pero nadie podría negar que es infinitamente más tentadora que una pechuga a la plancha y que además tiene doscientas veces menos aceite que el pollo frito clásico. Por otra parte si eres como yo y eres incapaz de usar una cosa sin manchar veinte en la cocina esta es una de esas recetas por las que darás gracias al cielo porque tiene la ventaja añadida de que apenas es necesario manchar dos platos para hacerlo.
Espero que os guste y que se la hagáis a vuestros seres más queridos, seguro que os lo agradecen.