martes, 28 de octubre de 2014

Tarta falsa de chocolate con crema de coco sin azúcar y sin harina para mi hermana





Mi hermana pequeña y su móvil samsung con funda rosa son inseparables. En él tiene una aplicación que al parecer cuenta las calorías que come durante el día. Algo así como el infierno. Ha dejado de comer carbohidratos y todo tipo de cosas engordantes que hacen que mi vida tenga sentido como la mantequilla, el azúcar, las salsas y los pasteles de zanahoria. Mi hermana pequeña acaba de cumplir 21 años muy bien cumplidos. Aún no sabe lo guapa que es, aún no es consciente de lo que vale. 

Mi hermana pequeña es la encargada de hacerme saber que los pantalones negros y la camiseta negra que he elegido no están de moda,  que llevo unos botines muy poco stysish, que me he despertado con cara sapo y que tengo los pies grandes. Mi hermana pequeña es la persona que después se infiltra en mi armario out of fashion y me quita todos los básicos porque ella se ha gastado todo el presupuesto comprandose vestidos y collares multicolores más propios de una alfrombra roja que de un pueblo de 3000 habitantes. 

Nuestro deporte favorito es discutir, y lo hacemos en todos los registros de voz, en cualquier momento y por cualquier cosa desde la más insustancial hasta la más importante. He perdido la cuenta de las veces que le he retirado la palabra para siempre y aún no he decidido cual de las dos es más terca.


La quiero con el mismo amor con que la odio por no reponer el papel de baño -nunca- o por esperar que la basura mute en un ser con patas que se tire a si mismo. 

Mi hermana es más vaga que la chaqueta de un guardia y es capaz de pasarse el día entero durmiendo. Pero también es una de esas pocas personas honradas que hay en el mundo y que hacen que vivir en el merezca la pena. Es simple divertida y tan inocente que da miedo. Nacio un 25 de octubre en el baño de nuestra antigua casa, con una tremenda prisa por llegar y de estrenar su peculiar y encantador carácter, sus tacones, sus maleta-bolsos y sus lápices de ojos.

Antes le encantaban mis brownies pero ahora dice que no son light, o fit o aptos indistintamente y se niega a comerlos. He aprendido muchas cosas sobre cocina sana teniendo que cocinar para ella y una de las más destacables es este pastel de chocolate sin harina y sin azúcar que aunque no es la tarta sacher que a mi me hubiera gustado hacer, ni los brownies con los que ella solía soñar, ha resultado ser una tarta bastante interesante, con una textura densa y sabor intenso similares a los de un brownie. A mi hermana le ha encantado y la única pega que le hemos encontrado, y que corregiremos la siguiente vez, es que la cantidad de crema de coco que lleva, y que nos ha enamorado, debería ser el doble. Es una excelente opción para personas con dietas restringidas de todo tipo. Se podría incluso hacer una versión vegana, substituyendo los huevos por plátano o compota de manzana. Hasta las personas que no sigan dieta alguna quedarán gratamente sorprendidas con ella y es probable que nadie se de cuenta de que no lleva ni azúcar, ni harina si no lo mencionas. 

Para hacer esta tarta he adapatado la receta de "spoonfool of sugar free" Espero que la probéis, y os guste.





{RECETA DE TARTA FALSA DE CHOCOLATE CON CREMA DE COCO}

INGREDIENTES

  • 200 gr de almendra molida
  • 50 gr (1/4 cup) de cacao puro en polvo
  • 1/2 cucharadita (tsp) de bicarbonato sódico
  • Una pizca de sal
  • 1+1/2 tazas de dátiles tiernos
  • 1/2 taza de agua
  • 3 huevos (en mi caso 2 huevos y una banana pequeña machacada)*
  • 2 cucharadas (tbsp) de aceite de coco
  • 2 tsp de esencia de vainilla
  • Ralladura de una naranja (opcional)
  • 1/2 taza de nueces troceadas (opcional)
  • 1/2 taza de chocolate sin azúcar troceado (opcional)
Para la crema batida de coco
  • 1 lata de leche de coco o de crema de coco (muy fria)* 
  • 2 cucharadas de queso crema frio
  • Sirope de agave al gusto (o miel, sirope de arce, estevia...)
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla


ELABORACIÓN

1. El día o la noche anterior. Mete la leche de coco en la nevera y pon en remojo los datiles. (Si se te olvida poner en romojo los dátiles simplemente remojalos en agua caliente un poco antes de hacer la tarta)

2. Precalienta el horno a 165ºC

3. Mezcla los ingredientes secos: almendra molida, sal, bicarbonato y el cacao.



4. Aplasta el platano en un mortero o con un tenedor hasta hacerlo puré.



5. En un procesador de alimentos tritura los dátiles con el agua hasta conseguir un crema pegajosa lo más homogénea posible.



6. Mezcla los ingredientes húmedos: bate los huevos y añade el aceite de coco, la vainilla, la ralladura de naranja, el platano machacado y remueve bien.




7. Añade el pure  la crema de datil. Mezcla todo bien hasta formar una masa homogenea.



8. Vierte la mezcla de ingredientes líquidos a las de los solidos y mezcla hasta queden bien integrados.  Después añade las nueces y el chocolate en trozos y remueve hasta distribuirlos bien.




9.  Vierte la masa en un molde aceitado


10. Hornea durante 25-30 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro del pastel, éste salga limpio. Deja que el pastel repose y se enfrie antes de desmoldar.

11. Prepara la crema batida de coco. Con una cucharada recoge solo la crema de coco que ha quedado en la superficie procurando no añadir nada de agua que estará más al fondo. Ve echando la crema a otro bol. (El agua sobrante se puede utilizar, p.j, para hacer batidos de fruta)





12. Añade el queso crema y bate a velocidad media baja hasta que comience a montar.


13. Añade el endulzante y la esencia de vainilla y continua mezclando hasta que adquiera la consistencia parecida a la de la nata montada (no quedará tan firme como la nata ni creara picos tan pronunciados).


14. Esparce la crema de coco sobre el pastel ya frío con una espátula o un cuchillo y conserva la tarta en la nevera hasta su consumo.






NOTAS

* Puedes substituir el huevo por 1/4 de taza de puré de plátano (aproximadamente medio plátano) o 1/3 de taza de compota de manzana  por cada huevo. Yo utilice tan sólo un platano porque no tenía más y la próxima vez no utilizare ninguno, creo que quedará mejor con compota de manzana porque tiene un sabor más suave y el plátano me resulta demasiado potente.

** La leche de coco light, con el porcentaje de grasa reducido, no servirá para hacer esta receta. Según tengo entendido también se vende crema de coco natural (sin azúcar) enlatada pero yo no la he encontrado. Si puedes conseguir crema de coco te facilitarás el trabajo pero deberás tener en cuenta que una lata equivaldría al doble del contenido en crema de coco que se obtiene de una lata de leche de coco.
Si como yo utilizas una lata de leche de coco deberás tener en cuenta que el resultado cambiará dependiendo de la marca que utilices. Yo he añadido el queso crema solo para crear un poco más de consistencia pero podría no ser necesario con otro tipo de leche  de coco.  Si ves que la crema no monta como deseas y no te preocupa añadir lácteos o calorías podrías añadir un poco de nata para mejorar la consistencia aunque siguiendo los pasos indicados no deberías tener ningún problema.




FUENTES

1. Give me some oven, Coconut Whipped Cream.
2. Spoonfull Of Sugar Free, Flourless Chocolate Cake {Made with Almonds}
3. Chef in You, Egg substitutions



lunes, 20 de octubre de 2014

Las barritas energéticas definitivas






Lo de comer entre horas es malo no va conmigo, de hecho creo que quien dijo eso es en realidad un ser de luz con clorofila en lugar de sangre. Yo no aguanto dos horas sin comer algo. Mi bolso es en realidad una excusa para cargar con mi alijo de comida allá donde vaya. Nunca se sabe lo que puede pasar. Otra cosa que siempre llevo en mi bolso es un libro y por la misma razón. Si alguna vez pierdo el metro, el autobús o las llaves y me quedo en la calle como Diógenes en su tinaja, no tendré que mendigar ni comida ni consuelo. Por eso y por que solo nos fue concedido un cuerpo y hay que convivir con el para siempre, pese a quien pese, lo mejor es cuidarlo y no alimentarlo con cualquier cosa.

Estas barritas energéticas son una buena manera de hacerlo porque contienen en su interior todo lo necesario para seguir tirando. Dátiles, frutos secos, semillas, proteína... lo tienen todo y son la alternativa perfecta a esa barrita de chocolate con la que sueñas cuando necesitas un empujón de vitalidad. Ninguna otra barrita del mercado, por muchos colores que tenga el envoltorio, te aportará más. Si Filípides las hubiera tomado al comienzo de su carrera no se hubiera muerto al llegar a Esparta. Ahí lo dejo.

Además de sus cualidades energizantes están deliciosas, de verdad de la buena, gustan a todo el mundo incluso a los que no son muy amigos de las frutas secas ni los snacks saludables. Y si algún ingrediente no te convence  puedes adaptarlas a tus gustos personales sin problema, siempre que respetes la base de dátil o fruta seca y frutos secos. Además son tremedamente fáciles de hacer (si se está en posesión de un procesador de alimentos, uno de las inversiones más rentables que se pueden hacer en una cocina) y aguantan siglos en buen estado en la nevera.

Espero que las probéis y las añadáis a vuestra dieta, porque merecé la pena.




{RECETA DE BARRITAS ENERGÉTICAS}

INGREDIENTES (para 10 o 20 bolitas o barritas dependiendo del tamaño)

  • 1 taza de dátiles Deglet Nour sin hueso (o cualquier otra variedad tierna)
  • 3/4 de taza de almendras (o cualquier otro fruto seco)
  • 3/4 de taza de nueces (o cualquier otro fruto seco)
Opcionales 
  • 1/3 de taza de higos secos
  • 1/3 de taza de arándanos secos
  • 1/4 de taza de plátano deshidratado
  • 2 cucharadas de semillas de chia
  • 2 cucharadas de semillas de lino molidas
  • 1 cucharada de aceite de coco o aceite vegetal
  • 1-2 cucharadas de proteína en polvo 
  • 2 cucharadas de miel o sirope de arce
  • 2 cucharadas de cacao puro en polvo (o 2-3 cucharaditas de canela u otras especias etc)
  • 1 pizca de sal



ELABORACIÓN

1. Tritura en un procesador de alimentos todos los frutos secos y las semillas junto a las especias y la proteína hasta formar una harina muy gruesa en la que no queden frutos secos sin triturar.



2. Añade el resto de ingredientes al vaso: dátiles, higos, sal, miel y aceite. Tritura de nuevo hasta formar una masa pegajosa que al presionarla con los dedos se quede unida. (Si con los ingredientes indicados no consigues este resultado añade unos cuantos dátiles más)



3. Moldea la pasta como más te guste. Puedes hacer bolitas con las manos como si fueran albóndigas o rellenar un recipiente rectangular con la pasta, presionar bien y cortarla en barritas rectangulares con un cuchillo.




4. Una vez las barritas estén listas guárdalas en la nevera. Se conservaran bien hasta 3-4 semanas.




NOTAS


1. Yo prefiero dejar las nueces medio molidas para que al morder las barritas tengan algo más de cuerpo y sean más crujientes, pero siempre se pueden hacer algo más lisas y homogéneas simplemente moliendo más las nueces.

2. El plátano deshidratado quizá sea mejor hidratarlo un poco antes en agua porque puede resultar demasiado duro para una máquina no excesivamente potente.

3. Si eres alérgico a los frutos secos puedes sustiturlos por semillas como pipas de girasol.



FUENTES

1. Deliciously Ella, The Ultimate Energy Bites




jueves, 9 de octubre de 2014

Cómo hacer las clásicas pastas de mantequilla rizadas





La caja de galletas azul es al ser humano lo que la campana es al perro de Pavlov. Promete tanto como prometía la campanita al perro y la mera visión de la lata es estímulo suficiente para alegrar el alma y comenzar a salivar. Sin embargo, es uno de los estímulos más engañosos de los que hay bajo el cielo, en la misma categoría y gravedad que los espejismos de agua para el caminante en el desierto. 

Lo más recomendable es acercarse a ellas con cautela y con mucho escepticismo. No se debe uno fiar nunca de ellas. Hay que ponerse en lo peor y no anticipar nunca que bajo la tapa en la que está escrito "galletas" habrá de hecho galletas. Lo más probable es que no las haya. Según mi esperiencia, cinco de cada diez latas de este tipo que te encuentres contendrán hilos de coser, agujas y botones. Tres de cada diez estarán vacías y sólo en dos de cada diez habrá galletas.


La ausencia de galletas en la caja es un duelo que todos, tarde o temprano, debemos afrontar. Pero tiene unas solución, llamada mantequilla, azucár, harina y horno. Porque son fáciles a más no poder de hacer en casa. Así se lo comente a mi amiga Janire, que intentó hacerlas una vez y le salió el tiro por la culata. No comprendo lo que le paso pero estoy segura de que con esta receta y algunos trucos que compartiré no tendrá ningún problema y el caso galletas de mantequilla quedará por fin cerrado porque esta receta jamás me ha salido mal y la he hecho de una y mil formas.

Son además las galletas más diplomáticas que he hecho nunca porque le gustan a todo el mundo. El acompañamiento perfecto tanto para la partida de brisca semanal de las señoras en el bar del pueblo, una merienda con cola-cao o el té de las cuatro en el Ritz. Son perfectas también para regalar y prometo que si lo hacéis lo peor que os dirán es: "parecen de pastelería".




{RECETA DE PASTAS RIZADAS DE MANTEQUILLA} (Receta de el monstruo de las galletas)


INGREDIENTES
  • 165 g de mantequilla (a temperatura ambiente)*
  • 85 g de azúcar glas
  • 1 huevo grande (a temperatura ambiente)
  • 250 g de harina
  • Pizca de sal
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
Para decorar (opcional)
  • Guindas
  • Chocolate




ELABORACIÓN

1. Precalienta el horno a 180ºC y tamiza la harina y el azúcar glas para deshacer posibles grumos que puedan contener.

2. Con las varillas de amasar o una cuchara o tenedor trabaja la mantequilla hasta que esté blanda y cremosa.


3. Echa el azúcar sobre la mantequilla y mezcla bien hasta obtener una masa homogénea.



4. Añade el huevo mezcla de nuevo hasta que quede bien integrado. (Si esta demasiado frio la mantequilla se volverá a endurecer y parecerá que la crema está cortada, si pasa esto sigue batiendo a velocidad más alta hasta que el huevo se integre bien).


5.  Echa la harina, la sal y la vainilla. Mezcla, a velocidad baja, lo justo, no más, hasta obtener una masa cremosa, algo pegajosa y homogénea.



6. Rellena una manga pastelera con la masa (cuanto menos la llenes más fácil de manejar será) y escudilla (dispensa) la masa sobre una placa de horno engrasada o cubierta de papel de horno o sílicona. Haz las pastas de la forma y tamaño que prefieras: aros, leguas rizadas, rosas, herraduras... Si quieres hacer pastas con guindas o similarres, decoralas antes de meterlas al horno. Procura que las galletas sean de tamaño similar, para que todas necesiten el mismo tiempo de horneado. (Si no tienes o no quieres utilizar una manga pastera puedes meter la masa en la nevera hasta que esté fría y sea más moldeable. Cuando esté lista solo tendrás que estirarla con un rodillo y dar la forma que más te guste a las galletas, al hornearlas no la perderán. Si ves que la masa se pega un poco espolvorea la superficie de trabajo con azúcar glas y si la masa se pega demasiado es probable que no esté suficientemente fría).




7. Hornea durante 10 minutos o hasta que las pastas hayan adquirido el tono deseado. (Si las prefieres blandas sácalas cuando aún estén blanquitas y si las prefieres más crujientes cuando comiencen a estar algo doradas.)


8. Fuera del horno deja que se enfríen antes de guardarlas en un recipiente cerrado y seco.

9. Para las pastas con chocolate: Funde un poco de chocolate en el microondas o al baño maría (si lo haces en el microondas deberás calentalo a intervalos cortos e ir mezclando el chocolate entre uno y otro para que no se queme.). 


10. Cuando el chocolate esté fundido baña las galletas, o parte ellas, en él (con cuidado porque se pueden romper) y colócalas sobre papel de horno después mételas en la nevera hasta que el chocolate se endurezca.



NOTAS

*Puedes utilizar la mantequilla que más te guste, incluso la más barata, pero debes tener en cuenta que dado que son galletas de mantequilla la calidad de la misma influirá decisivamente en el resultado, sabor y textura de las galletas. Por la misma razón y aunque nunca lo he probado, no es nada recomendable sustituir la mantequilla por margarina.




FUENTES

1. El monstruo de las galletas, pastas rizadas.