lunes, 24 de febrero de 2014

Imitando a Heston. Aventura número tres: el pollo asado perfecto




Prosiguiendo con mis aventuras Hestonianas me complace presentar a mi última obra de tres estrellas: un pollo al horno perfecto, tierno y jugoso, cocinado con el  método revolucionario de Heston.

El principal problema que suele surgir al hacer este clásico de la cocina en casa, es que el pollo se seca con mucha facilidad, especialmente la parte de las pechugas. Lo normal es que cuando esto pasa, los comensales se disputen los muslos, por ser la parte más jugosa del pollo. Cuestión que ha dado lugar a grandes conflictos porque, lamentablemente, los pollos tienen solamente dos de ellos. El resto tiene que conformarse con untar la carne seca de la pechuga en tanta salsa como esta pueda absorver, a no ser, que sean personas a las que les gusta la carne seca como una alpargata, que haberlas haylas.

Si sabes de lo que hablo, y esto suele pasar en tu casa, no debes preocuparte nunca más por ello, porque si sigues las instrucciones de Heston jamás se te volverá a secar el pollo. Los tres sencillos pasos que debes seguir son estos: El primero, dejar en salmuera el pollo la noche anterior. El segundo, asar el pollo a 90ºC 3-4 horas ,en lugar de a 190ºC durante de 90 minutos. Si, 90ºC es una temperatura inusualmente baja, pero no te preocupes, el pollo se asará y pasarás con nota el examen de Gordon.

¿Por qué cruzo el pollo la calle? ¡Porque no lo hiciste!

Y el tercero, se considera que el pollo esta cocinado cuando su temperatura interna alcanza los 60ºC, en lugar de 75ºC. Y una vez que esta cocinado se deja reposar 45 minutos fuera del horno y se vuelve a meter para tostarlo por última vez. 

Es ciertamente algo bastante más laborioso que el método tradicional pero el esfuerzo se verá recompensado cuando pruebes el mejor pollo que hayas hecho jamás. 


{RECETA DE POLLO ASADO HESTON STYLE}

INGREDIENTES
  • Salmuera de un 6%  (60gr de sal por litro de agua)
  • Un pollo de buena calidad
  • 1 limón
  • 1 ramillete de tomillo (al gusto)
  • 125 gr de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente, y un poco más para untar la piel
  • 30 ml de vino blanco seco
Para la salsa (opcional)
  • 20 ml de vino blanco seco
  • 250 ml caldo de pollo
  • 1 tsp/cucharadita de mostaza de Dijon
  • 1 ramillete de estragón
  • 1 ramillete de perejil

PREPARACIÓN

1. Quitamos la atadura del pollo y separamos bien las patas. De esta manera conseguiremos una temperatura homogénea y no quedarán partes del pollo sin cocinar.


2. Metemos el pollo en salmuera, asegurándonos de que la solución cubra todo el pollo y tapamos la palangana con film transparente. Lo metemos en la nevera y lo dejamos reposar durante toda la noche. La disolución debe ser ligeramente salada si echamos demasiada sal la carne se secará. (La salmuera hará que algunas proteínas de la carne cambien un poco lo que permitirá que el pollo retenga más humedad mientras lo cocinamos, lo que significa que quedará más jugoso y sabroso)


3. Secamos el pollo con papel absorbente y le quitamos la fúrcula o el hueso de los deseos para que resulte más fácil trincharlo. Este hueso con forma de V se encuentra entre las pechugas del pollo y es la pieza que une las clavículas del pollo con el esternón. (Si es tu primera vez, tómatelo con calma)



4. Rellenamos el pollo con tomillo y limón (ligeramente aplastado y cortado por la mitad).


5. Untamos la piel con mantequilla hasta cubrir toda la superficie.


5. Asamos el pollo a 90ºC  sobre una rejilla colocada sobre una bandeja. Asándolo despacio, a baja temperatura se mantendrá toda la humedad del pollo. Al cabo de la hora y media comprobamos la temperatura introduciendo el termómetro en la parte más gruesa de la pechuga. Las normas de seguridad indican que el pollo debe alcanzar los 75ºC pero Heston afirma conseguir un pollo perfecto con 60ºC (Nos llevará entre 3 y 4 horas)


6. Dejamos reposar el pollo 45minutos fuera del horno y destapado. El reposo permite que el pollo se enfríe un poco lo que probocará que la carne se relaje y retenga todo su jugo.

7. Doramos la piel. Calentamos el horno a temperatura máxima y con el grill encendido. Pincelamos el pollo con su jugo o con una salsa de mantequilla que prepararemos llevando a hervor mantequilla, 30ml de vino  y un poco de tomillo en una sartén . Lo metemos en el horno 10 minutos o hasta que adquiera un tono tostado.

8. Para trinchar el pollo. La mejor forma de hacerlo es quitar la pechuga y filetear en contra de las fibras. Hará que la carne se suelte y parezca más tierna.

9. Sazonamos con sal y pimienta recién molida.

10. Para la salsa (opcional). Calentamos a fuego medio-alto el jugo que ha soltado el pollo en el horno y el vino blanco. Añadimos el caldo de pollo y lo dejamos reducir hasta que adquiera la consistencia de una salsa.

11. Antes de servir, añadimos la mostaza y removemos bien. Y para finalizar  la sazonamos con sal y pimienta y echamos un poco de perejil picado y estragón.



NOTAS
1. Cuidado con  el tomillo, no hay que echar demasiado porque dará un sabor fuerte al pollo. Sobra decir, que también puedes utilizar otras especias y rellenos, como cebolla, ajo etc.


martes, 18 de febrero de 2014

La científica, experimentada, contrastada e infalible tarta de limón de Heston




Afortunadamente la vida me da muchos limones. La familia de mi novio tiene un limonero de cuatro estaciones enorme capaz de abastecer a toda una ciudad y me suelen traer bolsones de ellos recogidos de ese singular y precioso árbol que da fruto durante todo el año. No hay estación, ni día en que me falten limones. Y cuando la semana pasada me trajeron una bolsa más, sentí la necesidad impostergable, de mostrarles mi agradecimiento transformando aquello en una exquisito postre.

Tenía claro cristalino el postre que haría; la tarta de limón de Heston Blumenthal. A pesar de no haber probado una en mi vida y a pesar de saber que podía estar metiéndome en la boca del lobo por propia voluntad. La verdad es que en lo que respecta a la cocina, me gusta el riesgo, experimentar aunque luego me salga una patata. 


Pero tras los destrozos ocasionados en mi primera aventura con este insólito chef que tanto me gusta, esta vez no he querido aventurarme en la niebla sin cubrirme bien las espaldas. Dicho de otra manera, por fin me he comprado el termómetro de cocina. Lo compré durante una excursión que hice a Ikea, con mi madre y mi tía. Es perfecto. Así es mi nuevo ojito derecho:

Gracias a él, he creado una tarta bastante respetable. Cremosa, cítrica, crujiente y no demasiado dulce. Mi regalo de agradecimiento ha sido un éxito y ha contribuido a aumentar el aprecio que se le tiene al limonero familiar y sus golosinas amarillas.

He aquí la receta de la "científica, experimentada, contrastada e infalible tarta de limón":




{RECETA DE TARTA DE LIMÓN, DE HESTON}

INGREDIENTES
Para la base
  • 300 gr de harina
  • 150 gr de mantequilla sin sal fría*
  • ½ cucharadita (tsp) de sal
  • 120 gr de azúcar glas
  • 3 yemas de huevo grandes
  • Semillas de ½ vaina de vanilla 
  • Ralladura de ½ limón*
  • 1 huevo para pintar
Para el relleno
  • Ralladura de 5 limones (5 tbsp)
  • Zumo de 5 limones (150 ml aprox)
  • 300 ml de nata para montar
  • 390 gr de azúcar
  • 9 huevos grandes
  • 1 yema de huevo grande
  • Colorante amarillo (Opcional)

ELABORACIÓN

1. Mezclamos la harina, la mantequilla y la sal. Podemos hacerlo a mano o en un procesador de alimentos. Si optamos por el procesador, usaremos el utensilio de amasado y mezclaremos a baja potencia durante 2-3 minutos. Buscamos conseguir una textura arenosa en ambos casos.





2. En otro bol mezclamos el azúcar glas y las yemas de huevo con las varillas.




3. Añadimos las semillas de vainilla y la ralladura de limón a la mezcla de yemas. Y después añadimos esta mezcla a la de mantequilla y harina. Seguimos mezclando, a baja potencia hasta que se integren todos los ingredientes y se haya formado una masa muy suave. (Aproximadamente 3-5 minutos)


4. Moldeamos la masa y la envolvemos en film transparente. Dejamos que repose al menos 1 hora en la nevera.


5. Tapamos la masa con film transparente y la amasamos con un rodillo hasta reducir su grosor al de dos monedas de céntimo o  2mm, lo dejamos en la nevera 30 minutos.

6. Rellenamos un molde de 26cm (2.5cm de profundidad) con ella. Presionando bien los bordes. (Cuidado: si la masa esta demasiado fría se agrietará, y si por el contrario esta demasiado caliente, será demasiado blanda y difícil de manejar)


 8. Precocer la base. Consiste en cocer la base sola en primer lugar. La pinchamos con un tenedor y luego arrugamos un trozo de papel de horno, para así obtener algo más moldeable que se adapta mejor a la masa. 
Para evitar que la masa suba, pondremos sobre el papel arrugado unas bolas de cerámica, legumbres o monedas bien lavadas. Heston utiliza monedas porque conducen mejor el calor. Cocemos la pasta a 190ºC durante 20 minutos


9. Batimos con una batidora de mano un poco de masa que nos ha sobrado con un huevo. Cuando la masa lleve 20 minutos en el horno, quitamos el papel de horno y el peso de encima, y con un pincel de cocina, pintamos toda la superficie con la mezcla de masa líquida. Así sellaremos cualquier agujero que haya podido formarse en la masa. Dejamos la base 10 minutos más en el horno.

10. Preparamos el relleno de crema. Rallamos y exprimimos 5 limones. Añadimos 9 huevos grandes y una yema también grande. 390 gramos de azúcar y 300 gramos de nata para montar. Ponemos el bol al baño maría y batimos con una varilla. Lo mantenemos hasta que la mezcla alcance los 60ºC


11. Colamos la mezcla con un colador fino. Y nos deshacemos de las burbujas de la superficie del líquido, con una cuchara.



12. Precalentamos el horno a 120ºC  y metemos la base para que se temple un poco,

13. Rellenamos la base hasta arriba. El relleno todavía estará líquido por eso la mejor es rellenarlo directamente en el horno.


14. Horneamos hasta que la crema alcance los 70ºC, aproximadamente 25 minutos. Es importante comprobar la temperatura regularmente sobre todo hacia el final. Sacamos del horno. Cuando se enfríe tendrá la consistencia perfecta. (Cuidado al insertar el termómetro. Hay que hacerlo con delicadeza, de lo contrario se formará un surco en la tarta como el que se puede ver en la imagen de abajo en la mía).


15. Antes de servir cortamos los bordes que sobresalen de la tarta rodeándola con un cuchillo afilado (No es necesario, es una simple cuestión de estética). Opcionalmente podemos espolvorear azúcar sobre la tarta y quemarlo con un soplete para crear una capa de caramelo crujiente. Es conveniente hacerlo al servir porque si lo hacemos con demasiada antelación el caramelo se ablandará. También podemos cubrir la tarta con merengue.

Fuentes: Channel4 / In search of Heston

NOTAS

1. Es importante que la mantequilla este bien fría. Si no lo está podéis meterla en el congelador. Y si usáis mantequilla con sal puede que sea mejor que no añadáis la sal.

2. Cuidado con la ralladura de limón. Es importante rallar únicamente la parte amarilla de la piel del limón, ya que si usamos la parte blanca, amargará la tarta. Si no tenéis un buen rallador, podéis hacerlo con  más precisión usando un cuchillo bien afilado.

3. Tras hacer la tarta os sobrarán 4 claras de huevo. No las tiréis. Usadlas para hacer un merengue, o un bizcocho de claras como éste, o éste. También podéis usarlas para hacer una mousse o un sorbete.
Una opción más sana, muy sana de hecho, es hacer una tortilla o revuelto de claras, al estilo culturista. Quedan muy bien aromatizadas, con espinacas, con jamón o con pimientos por ejemplo. También podéis montarlas y añadirlas a una tortilla de huevo entero, le darán esponjosidad. Si ninguna de las opciones anteriores os atrae, recordad que siempre las podéis congelar.  (Para saber más)








Video demostración de Heston Blumenthal



sábado, 15 de febrero de 2014

Pastelitos de atún y especias de Gordon Ramsay


Así lucen los pastelitos de Gordon Ramsay

De todas las recetas de Gordon Ramsay, esta es, la que más veces he hecho. Si te gustan el atún y las hamburguesas tanto como a mi, debes probar este exquisito híbrido de ambas. Su interior jugoso con intenso sabor a pescado y especias cubierto de una corteza dorada y crujiente, hacen de este, el plato perfecto para un imprevisto y una de las mejores cosas que puedes hacer con tus latas de atún.
Es fácil, rápido, económico, sano y está delicioso. ¿Qué más se puede pedir?


{RECETA DE PASTELITOS DE ATÚN DE GORDON RAMSAY} Ligeramente adaptada.

INGREDIENTES
  • 400 gr. de atún en lata de buena calidad
  • 6 castañas de agua enlatadas, secas y finamente troceadas 
  • 3 cebolletas o chalotas, picadas
  • Una pieza de 3cm de jengibre fresco, pelado y rallado
  • 3 tbsp cilantro o perejil picado
  • 1 chile o 1/2 alegría riojana, finamente picada
  • 2-3 pimientos del piquillo 
  • 3 hojas de lima kaffir, finamente cortado (rehidratadas en agua hirviendo si son secas) 
  • 2 tsp salsa de pescado tailandesa
  • 2 huevos batidos
  • Aceite vegetal, para freír
  • Sal marina y pimienta fresca molida 
Para la salsa
  • Una buena pizca de azúcar en polvo
  • 2 tbsp/cucharadas de salsa de pescado tailandesa
  • 1 tbsp/cucharadas vinagre de arroz
  • Zumo de ½ lima
  • 2 tbsp/cucharadas cilantro picado

PROCEDIMIENTO

1. Primero hacemos la salsa. Para ello mezclamos todos los ingredientes de la salsa y revolvemos hasta que el azúcar se haya disuelto. La probamos y ajustamos los sabores como sea necesario. Apartamos.

2. Escurrimos el atún y lo metemos en un bol; usamos un tenedor para separar los trozos.



3. Picamos finamente las cebolletas (en mi caso chalotas) y las añadimos al bol del atún.



4. Picamos finamente el cilantro o perejil. Lo añadimos al bol del atún.


5. Picamos el chile o alegría riojana y los pimientos del piquillo. Lo añadimos todo al bol de atún.


6. Añadimos las castañas de agua  y las hojas de lima (yo he omitido estos dos ingredientes porque no los he encontrado) y sazonamos toda la mezcla con sal y pimienta. Añadimos la salsa de pescado y los huevos batidos y lo mezclamos bien.


7. Presionamos la mezcla para comprimirla fuertemente y deshacernos de cualquier exceso de líquido. Le damos la forma del tamaño de una pelota de golf. Y las aplastamos ligeramente.

5. Calentamos una sartén a fuego medio, con un poco de aceite y freímos ligeramente los pastelitos por cada lado, 1-2 minutos, hasta que estén dorados por los dos lados y calientes en el centro.

Yo he aplastado las bolas directamente en la sartén con la pala
Creo que me he pasado con el aceite y la temperatura

5. Servimos con la salsa que habíamos dejado preparada.





lunes, 10 de febrero de 2014

Mousse de chocolate blanco explosiva






Una pareja amiga mía, se ha ido a vivir fuera de casa recientemente. Este fin de semana nos habían invitado a mi pareja y a mi a su nidito de amor. Y yo me comprometí a llevar el postre.

Una cena de parejas, pensé, en casa propia. Horror. Nos estamos haciendo mayores. 

Siempre que descubro el inexorable paso del tiempo, y todo lo que arrastra a su paso, me pongo nostálgica y comienzo a desenterrar todos los recuerdos felices, y no tan felices, de la infancia. 

En eso estaba, cuando recordé a una de mis amigas de la infancia. Sus padres, una pareja sencilla y alegre famosa en todo el pueblo, tenían, y siguen teniendo, la única tienda de golosinas que hay en mi pueblo. A la calle en la que está, la llaman la calle del dólar o la gran vía, no por su tamaño, ni por su riqueza, sino porque es el centro mismo del pueblo y en gran parte gracias a la tienda de golosinas de mi amiga. 

Los fines de semana solíamos pasar tardes enteras sentadas en el banco de piedra que hay en frente de la tienda, comiendo todas las golosinas que podíamos permitirnos. Probábamos todas las novedades, sabíamos todos los trucos. El techo del banco estaba lleno de nuestras estalactitas de tubos de gelatina, sabíamos que la mejor manera de beberse una cantimplora era sorbiendo una pajita de regaliz rojo, las competiciones de pompas de chicle eran una norma y hacer goti goti con un palo de chupa-chups era para nosotras algo extraordinario. Éramos niñas, y qué felices. 

Un día, cada una de nosotras se fue por su lado, y ahora el banco lo ocupan otros. Pero aunque ya no estemos juntas, el recuerdo de todos aquellos sabores aún perdura.

Uno de ellos, uno de los más inolvidables, eran los peta zetas o caramelos con chasquidos. Unos dulces, muy de moda hoy en día, que al contacto con la lengua estallan en la boca de tal manera que hasta el de al lado sabe lo que estás comiendo. Es para mi, una sensación fuera de lo común y muy divertida todavía hoy.

Como he dicho me comprometí a llevar el postre y tras pasar un tiempo divagando en las nubes, decidí que la temática del postre no podía ser otra que la infancia. Lo primero que pensé fue en hacer una mousse de petit suisse con peta zetas de chocolate. Pero se me complicaron las cosas y no tuve tiempo suficiente para investigar la receta de mi peregrina imaginación. Así que en el último momento improvisé la mousse de chocolate blanco y también improvisé el resto.

Teniendo en cuenta que en la cena había dos comensales varones, no muy fanáticos del dulce, el éxito fue rotundo. Resultó ser una mousse ligera y no excesivamente dulce, crujiente, cremosa, y explosiva, que despertó la risa en todos nosotros y nos devolvió unos minutos a aquellos días sencillos, en los que soñábamos con ser astronautas y grandes magos, montados en bicis que imaginábamos caballos.


{RECETA DE MOUSSE DE CHOCOLATE BLANCO EXPLOSIVA}

INGREDIENTES
  • Una tableta (180gr) de chocolate blanco (Nestle postres en mi caso)*
  • 200 ml de nata para montar fría
  • Medio paquete de galletas tipo digestive (o similar)*
  • Media tableta de chocolate negro (O con leche)
  • Peta Zetas (2-3 paquetes)
  • Rice Crispies o arroz inflado (para decorar)

PREPARACIÓN
  1. Para el chocolate explosivo. Troceamos el chocolate negro y lo fundimos al baño María o en el microondas. Si lo hacemos en el microondas lo haremos con mucho cuidado a intervalos cortos (30'' a 60'')  porque es muy fácil que se nos queme.
  2. Lo dejamos enfriar y bañamos los peta zetas en el. Si el chocolate está demasiado caliente, los peta zetas explotarán. El método que me ha dado mejor resultado, es hacer pequeñas gotitas de chocolate sobre papel antihaderente, esparcir los peta zetas sobre cada gotita y después cubrirlas todas con otra fina capa de chocolate. Dejamos que se enfríen y las reservamos en la nevera. 
  3. Para la mousse. Fundimos el chocolate blanco, troceado, al baño maría o en el microondas. Hasta que tenga una consistencia líquida y ligeramente espesa.
  4. Batimos la nata con ayuda de unas varillas eléctricas. Añadimos la mitad al chocolate fundido lo mezclamos con suavidad hasta incorporarla completamente y añadimos, con cuidado, la nata restante. 
  5. Para la base de galleta. Trituramos las galletas. Añadimos peta zetas (en mi caso un poco más de medio paquete) y mezclamos bien pero con delicadeza. 
  6. Preparamos los vasos o recipientes en los que la vayamos a presentar y cubrimos el fondo con la galleta. Lo aplastamos ligeramente, si hemos añadido los caramelos no presionaremos demasiado porque sino nos explotarán muchos de ellos.
  7. Vertemos la mousse de chocolate sobre la base de galleta y adornamos con las gotas de chocolate negro explosivas.
  8. Lo metemos en la nevera unas horas o un día* y cuando esté listo para servir, espolvoreamos unos cuantos granos de arroz inflado en cada vaso. Si lo hacemos con demasiada antelación se ablandarán y perderán su crujido mágico.

NOTAS

*En lugar de hacer la base de galleta también podéis hacerla con bizcochos o lenguas de gato mojadas con licor. (¿Por qué no se me ocurriría antes?)
*En el mercado venden peta zetas cubiertos de chocolate ya hechos, como por ejemplo éstos. Si los tenéis os ahorraréis un trabajo aunque los caseros no son difíciles de elaborar y pueden saliros más económicos.
*Podéis usar el chocolate blanco que más os guste o mezclarlo con el chocolate blanco especial para postres. Quedará bien de todas maneras.
*Mi mousse estuvo en la nevera máximo 4 horas, no alcanzó el día de vida. Pero a las cuatro horas estaba perfecta, así que si andáis apurados de tiempo, no os preocupéis más por ello.








domingo, 9 de febrero de 2014

El orden de un buen sándwich




"Sheldon: Este sándwich es un total y absoluto desastre. Lo pedí de pavo y roast beef, con lechuga y queso suizo en pan integral.

Rajesh: ¿Y qué te han traido?

Sheldon: Uno de pavo y roast beef, con queso suizo y lechuga en pan integral. Los ingredientes son correctos pero su orden no lo es. Cuando se hace un sandwich bien, el queso se pone siempre junto al pan como barrera para que no pase el agua de la lechuga. Este pan está, como si se les hubiera caído en un charco."

Sheldon Cooper, The big bang theory.

In english: "Sheldon: This sandwich is an unmitigated disaster. I asked for turkey, roast beef, lettuce and Swiss on whole wheat.
Rajesh: What did they give you?
Sheldon: Turkey and roast beef, with Swiss and lettuce on whole wheat. It’s the right ingredients but in the wrong order. In a proper sandwich, the cheese is adjacent to the bread to create a moisture barrier against the lettuce. They might as well drag this through a car wash.”





miércoles, 5 de febrero de 2014

Barritas de cereales rápidas




Si hay algo que sabemos a ciencia cierta de los americanos es que les encantan los marshmallows. Unas golosinas esponjosas y muy dulces con sabor a vainilla que en mi pueblo se conocen como jamones, de toda la vida, y en otras partes como malvaviscos, nubes o esponjitas. 

Como he dicho, los americanos, mayores y niños, están locos por ellos. No parece haber postre en su recetario que no tenga su versión marshmallow. Hacen con ellos, brownies, tartas y galletas. Los echan al café con la misma naturalidad con la que le echamos nosotros azúcar, sobra decir, que también se lo echan al chocolate caliente. Y todos hemos visto en alguna película americana, a un grupo de jóvenes tostando marshmallows al rededor de una fogata.

Basado en este marshmallow tostado, hay allí, un postre Scout, muy conocido, al que llaman s'more, que consiste en un marshmallow tostado y dos o tres onzas de chocolate Hershey's, entre dos trozos de galleta Graham. Su nombre, s'more, es una contracción de la frase "some more" o "un poco más", y lo llaman así porque, literalmente, todo el que lo prueba quiere siempre un poco más.


Pero mi ocurrencia americana favorita son los "Rice Krispies Treats". Un postre o snack dulce hecho de Rice Krispies (cereales de arroz inflado), mantequilla derretida y marshmallows fundidos, del cual me declaro una fan incondicional.

Fundir marshmallows con mantequilla es la manera más fácil de hacer barritas de cereales y de elevar a otro nivel nuestra caja de cereales. No serán las barritas más sanas que hayas probado, pero estarán cerca de ser las mejores. Además un poco de Snap Crackle Pop con azúcar, no viene mal de vez en cuando, para bailar  el jazz de la vida con alegría.

Snap, what a happy sound
Snap is the happiest sound I've found
You may clap, rap, tap, slap but
Snap... makes the world go round.

Snap Crackle Pop Rice Krispies

I say it's crackle the crispy sound
You gotta have crackle or the clock's not wound.
Geese cackle, feathers tickle,
Belts buckle, beets pickle,
But crackle... makes the world go round.

Snap Crackle Pop Rice Krispies

I insist that pop's the sound
The best is missed unless pop's around.
You can't stop hoppin' when the cereal's poppin',
Pop... makes the world go round.

Snap Crackle Pop Rice Krispies




 {RECETA BARRITAS DE CEREALES RÁPIDAS}

INGREDIENTES
  • 45 gr de mantequilla
  • 300 gr de marshmallows. (También conocidos como: malvavisco, nube, esponjita o jamón)
  • 175 gr de cereales*
  • 1 pizca de sal
  • 1/2 cucharadita (tsp) de extracto de vainilla (opcional)

PREPARACIÓN

1. Engrasamos un molde rectangular. Podemos usar también, dos moldes de bizcocho tipo plum-cake y variar el tamaño del molde dependiendo del grosor que queramos darle a nuestras barritas.

2. En un cazo derretimos, a fuego lento, la mantequilla con la sal.

3. Cuando la mantequilla se haya derretido vertemos sobre ella los marshmallows. Removemos constantemente hasta que se hayan derretido completamente. Obtendremos un puré blanco denso, bastante pegajoso y sin grumos.



4. Añadimos el extracto de vainilla y removemos.


4. Apartamos el cazo del fuego y echamos en él los cereales. Mezclamos todo muy bien, procurando hacerlo lo más rápido posible porque el puré de marshmallows se solidifica fácilmente. 

5. Vertemos la mezcla sobre el molde o bandeja engrasado y la aplastamos con el dorso de una cuchara ligeramente engrasada -porque la mezcla es muy pegajosa y sino se nos pegaría.* O bien podemos utilizar una lamina de papel de horno, o film, que pondremos sobre el molde e igualar la pasta aplastando con las manos. 


6. Dejamos reposar unos 30 minutos hasta que la mezcla se haya asentado.

7. Cortamos en barritas o cuadraditos y servimos. Se mantendrán en buen estado dos o tres días si las guardamos en un recipiente hermético.

NOTAS
*Aunque las cantidades que he indicado son las de la receta original, en mi opinión, el resultado es mejor incrementando la cantidad de cereales. Si, como a mí, te gustan las barritas con más sabor a cereales que a marshmallow, puedes añadir 50-100gr más sin miedo.
*Es una buena idea engrasarnos las manos, y todos los utensilios que utilicemos, con un poco de aceite. Ya que la mezcla es muy pegajosa, y así evitaremos que se nos pegue.




 Con Choco Krispis: