La verdad es que en mi casa no somos mucho de comer guisantes y, aunque nos gustan, lo normal es que queden relegados a lo meramente ornamental. Pero lo que sí somos, es de menta. Sobretodo yo. Yo me declaro una fan incondicional de la menta en toda su amplitud gastronómica. Especialmente cuando va unida al chocolate, como es el caso de la que es, en mi opinión, la chocolatina más perfecta de la historia, el After-Eight. Y parece ser que los ingleses dominan muy bien el arte de la menta ya que, por lo que he leído, la combinación de guisantes y menta es bastante habitual en su lluvioso reino.
Sin embargo no fue de un inglés de quién saque esta receta, sino de un italiano. De ahí, la aromática y no menos sabrosa albahaca. Fue todo ese verde unido lo que me conquistó y me animó a probar esta crema que si bien es extraña al principio también es deliciosamente dulce, arómatica y fresca.
La cantidad de variaciones que se pueden hacer con ella es además incontable pues combina, como el guisante, prácticamente con todo. Estoy con Nicola, el autor, cuando dice que deberíamos intentar usar lo menos posible cosas como la nata, la mantequilla o la patata porque muchas veces son innecesarias y aplanan el sabor de lo que debería ser el protagonista del plato. Y creo que verdaderamente esta crema no necesita nada más, ya que es perfecta en su sencillez, sin natas y sin historias, como dice el cocinero.
Con parte de la crema que sobrara, pensaba hacer un helado con queso mascarpone para usar de guarnición para carnes. Pero mi madre volvió hambrienta del trabajo y quedo tan entusiasmada con la crema que no dejó ni rastro de ella. Espero hacerlo algún día pero si alguien, de quienes leen esto, lo hace me gustaría mucho que me comentara el resultado. En el vídeo que he insertado al final del post, podéis ver a Nicola preparando la crema en su programa de canal cocina y en él se os ofrecen muchas otras ideas para jugar con esta crema.
{RECETA DE CREMA VERDE DE GUISANTES, MENTA Y ALBAHACA}
INGREDIENTES (para 4 personas)
- 250 gr de guisantes
- 1/2 manojo de albahaca
- 1/2 manojo de menta
- Un poco de perejil (opcional)
- Aceite de oliva virgen
- 2 chalotas o 1 cebolla (opcional)
- Unas gotas de vinagre de modena
- 1 chile (o chile picado seco, o cayena...)
- Pan
- Sal y pimienta (al gusto)
1. Llena una cazuela con agua fria y pon a cocer los guisantes junto a la menta, la albahaca y una pizca de sal.
2. Cuando rompa a hervir baja un poco el fuego y mantén la cocción durante 5 minutos más o hasta que los guisantes estén tiernos. Mientras tanto sofrie las chalotas o cebolla en un poco de aceite y vinagre (Opcional).
3. Cuando los guisantes estén listos escúrrelos y reserva la mitad del agua de cocción. Tritura los guisantes, las hierbas y las chalotas pochadas con el agua hasta obtener un puré homogéneo. Salpimenta al gusto y si prefieres que tenga una consistencia más fina cuela el puré.
4. Corta el jamón serrano en tiras y fríelas en una sartén muy caliente con un poco de aceite. En la misma sartén tuesta el pan vuelta y vuelta.
6. Sirve el puré, caliente o frío, con un chorrito de aceite, chile picado al gusto, el jamón frito, y el pan. Adorna con hojas de albahaca troceadas y las hojas de menta más pequeñas (opcional).
NOTAS
1. Para una crema más suave añade leche, nata, queso mascarpone, queso rallado o crema agría por ejemplo.
2. Puedes utilizar tanto guisantes frescos como congelados.
3. Para darle otro toque de sabor, puedes sustituir el agua por caldo de pollo, de verdura o de carne.
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